SINOPSIS.

En el encuentro de dos soledades, de dos posturas vitales, de dos realidades aparentemente paralelas y opuestas, en ningún lugar, a punto de anochecer, a la hora en que el hombre y el animal se lanzan salvajemente el uno sobre el otro, un dealer y un cliente confrontan sus deseos, sus pensamientos y exponen su descarnada humanidad. 

Bernard-Marie Koltes (1942-1989) simboliza, con este encuentro, un profundo grito de incertidumbre ante el otro, ante la humanidad entera en un escenario de tinieblas, donde dos extraños se tiranizan mutuamente con la mirada, olisqueándose de lejos, mandíbulas apretadas y hocico anhelante. 

A través un complejo y profundo discurso poético, nos asomamos al abismo de dos inteligencias insatisfechas, anhelantes, incompletas. ¿Cuáles son los deseos mas profundos que cualquier persona puede tener? ¿A quién decírselos y dónde buscarlos? ¿Alguien puede satisfacer nuestras fantasías más profundas? ¿con qué armas contener y confrontar ese deseo? ¿cuál es el precio de su satisfacción o de su concreción? “No hay amor, no hay amor”.