La Nostalgia no es solo una obra, es una invitación a reconectar con la magia del teatro, a vivir la experiencia de un arte que nos recuerda quiénes somos y por qué volvemos a los escenarios. Con actuaciones impecables y una puesta en escena minimalista, esta pieza resonará con cualqu

iera que haya sentido la belleza y el dolor de recordar lo que ya no es.

Una experiencia

escénica profunda y conmovedora, La Nostalgia captura el dulce y melancólico sentimiento que evoca su nombre. Dos p

ersonajes entrañables —una actriz cuya estrella se apagó y un actor que apenas es conocido— se reencuentran después de mucho tiempo para habitar un teatro vacío, invocando recuerdos de amores, escenarios perdidos y un tiempo en que el aplauso era abundante. Con humor, fragmentos del Decamerón, y travestismos cómicos, ambos actores celebran la amistad, el arte y la resistencia ante el olvido.

“La Nostalgia” es, ante todo, un homenaje al teatro en sus formas más puras. En medio de una industria en crisis, la obra refleja el deseo de quienes dedican su vida al arte escénico, cuestionando si el teatro es una bella bestia en extinción o una fuerza en constante transformación. Bajo la dirección de David Olguín, La Nostalgia es un canto de amor a los escenarios, una celebración del oficio teatral que cautiva y conmueve al espectador.